
Hola precios@s!! Qué tal estáis?! Espero que genial!! Hoy dando una vuelta con la bici, me he acordado de vosotr@s, la verdad es que con el cierre de los gimnasios debido a la situación actual, cada persona ha buscado su particular forma de seguir entrenando o de iniciarse en el mundillo del fitness, con clases en vídeo a través de YouTube, con apps deportivas, con tablas de ejercicios o incluso añadiendo a su mobiliario casero algunas máquinas que normalmente utilizarían en el gym.
Pero de todas las disciplinas que se imparten en los centros deportivos, quizá una de las que más echáis de menos es el spinning.
Al fin y al cabo, se trata de una actividad en la que se ven rápidos resultados en todo el cuerpo y se queman una gran cantidad de calorías en una única sesión, algo que, si no te has comprado una bicicleta estática, difícilmente podrás conseguir por tu cuenta.
La buena noticia es que, si no tenemos esta herramienta en casa, podemos aprovechar la bicicleta de toda la vida, sí, la de ruedas, la de la calle, para optimizar nuestros paseos diarios y lograr resultados muy similares a los del spinning.
Por ejemplo, en una clase estándar de spinning de 45-50 minutos, podemos quemar 500 calorías. Con nuestra bicicleta, en el mismo tiempo, podemos quemar las mismas si lo hacemos a la misma intensidad que con la bici estática. Por lo tanto, efectivamente, se trata de dos prácticas muy similares “salvando la diferencia de que la bicicleta de spinning permanece quieta y la duración del esfuerzo”.
Y es que, en este caso, debemos tener en cuenta que en la calle quizá no sea tan sencillo mantener un ritmo elevado como hacemos en el gimnasio, por lo que recomiendo que hagáis rutas de unas dos horas.
Me gustaría daros algunas pautas por las que podemos empezar para realizar esta conversión.
En primer lugar, debería haber “una progresión del esfuerzo, pues el organismo necesita asimilar la carga para rendir mejor», por lo que, al igual que en una clase de ciclo, la clave radica en jugar con la intensidad de pedaleo (ya que en este caso no podemos aumentar directamente la carga de la bicicleta como en una estática).
Respecto a la duración de una sesión, todo dependerá del nivel de cada persona, lo normal es hacer al menos una hora para empezar, un periodo que también se asemeja mucho a lo que sería una clase de spinning. El ciclismo es un deporte de resistencia, por lo que requiere de bastantes horas para sacarle el máximo partido.
En cuanto a cómo debería transcurrir dicha sesión, empezaríamos con un pequeño calentamiento de 10 minutos más suaves.
Después realizaríamos la parte principal del entrenamiento con series o sin ellas, dependiendo de nuestros objetivos, y para finalizar, una correcta vuelta a la calma para que nuestro cuerpo cese la actividad de forma progresiva.
Sobre esas series que podemos realizar en la parte más intensa de la sesión, es posible e incluso recomendable combinar ratos sentados en el sillín, con otras partes de pie (de nuevo, igual que en una bicicleta de spinning). De esta forma, trabajaremos diferentes músculos al variar de posición, eso sí, solo se debe hacer si no tenemos problemas de espalda. Para ello, alternaremos en cada subida unos segundos de pie y otros sentados.
Por último, es imprescindible tener en cuenta nuestra posición al hacer ciclismo para evitar posturas que puedan acabar en lesión o dolores de espalda. En este caso, lo principal es tener control sobre la bicicleta. Lo ideal es hacerse un estudio biomecánico para prevenir lesiones e ir colocados en nuestra bici de forma eficaz, así avanzaremos más, con menos esfuerzo.
Bueno preciosas pues hasta aquí el post de hoy!! Espero que os haya gustado y le deis mucho a la bicicleta!! Un besazo!! Feliz finde!!???
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